Valores & Principios

VALORES Y PRINCIPIOS

Como Centro Educativo entenderemos a los VALORES como los principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas, para vivir en comunidad y relacionarnos con los otros y otras. Ellos reflejan nuestros intereses y convicciones más importantes y proporcionan una pauta para formular nuestras metas y objetivos personales y colectivos.

Entendiendo que en una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes y deben verse reflejado en lo que se hace diariamente, se espera que los miembros que forman parte de esta institución, y quienes se incorporan, acepten los valores ya definidos y los pongan en práctica.

El Centro Educacional Evangélico promueve los valores y principios más nobles y dignos de Dios propiciado en la persona de Jesucristo, como:

Es el principio de todos los valores, originado en Dios y transmitido a través de la relación con su hijo Jesucristo, las acciones de compasión y solidaridad que matizan todo el ejercicio profesional y el servicio abnegado. 

Es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. Es la confianza en Dios y la certeza de su revelación en las sagradas escrituras, en la conducción de la vida diaria y en el aprendizaje.

Es el reconocimiento del valor y la dignidad de todas las personas y las obras creadas por Dios. Respeto a Dios a través de la reverencia, a uno mismo, a los demás, a las autoridades, a la patria, valorando las diferencias individuales; respeto por la naturaleza y el medio.

Cumplimiento de las obligaciones y rendir cuenta de los actos realizados aceptando las consecuencias que derivan de ellos, en el cuidado de la salud, en la vida devocional personal e institucional, en el desempeño de los deberes estudiantiles y profesionales, en el cumplimiento de compromisos cívicos y sociales, en el desarrollo de la autodisciplina y en la ética profesional y laboral.

Es la tendencia a mejorar y adquirir continuamente nuevos aprendizajes en la vida espiritual, académica, social y laboral.

Es la estimación adecuada de uno mismo, sin subestimarse ni sobreestimarse en el ejercicio de las aptitudes y habilidades, en la producción intelectual personal y logros en el cumplimiento de las responsabilidades y la misión.

Es obrar justa y rectamente, es la fidelidad a la voluntad divina expresada en una vida moral pura, honesta, justa, recta y veraz, sin dobleces, auténtica en el cuidado de la salud, en el desarrollo de las actividades académicas y laborales, en relación con la conciencia propia y en la relación con Dios y los demás.

Es la firme voluntad de dar a Dios lo que le corresponde, y al prójimo lo que es debido, actuando con parcialidad en el reconocimiento de Dios como ser supremo, en el trato digno por las personas, en la elaboración y aplicación de normas, reglamentos y en la resolución de problemas o conflictos.

Es expresar agradecimiento y reconocimiento en todo a Dios y a los demás por todo lo que somos y tenemos. Es valorar lo que Dios u otros hacen por mí y los demás, Ser agradecido es un valor que nos enaltece. (Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde).